18 de mayo de 1895
Niquinohomo
Augusto C. Sandino
Se llamará Sandino
A las puertas de esta casa de adobe se juntan las gentes, atraídas por el llanto.
Como arañas volteada mueve brazos y piernas el recién nacido. No vienen desde lejos los reyes magos para darle la bienvenida, pero le dejan regalos un labrador, un carpintero y una vivandera que pasa camino del mercado.
La comadrona ofrece agüita de alhucemas a la madre y al niño una pizca de miel, que es su primer sabor del mundo.
Después, la comadrona entierra la placenta, que tan raíz parece, en un rincón del huerto. La entierra en buen lugar, donde da fuerte el sol, para que se haga tierra se hará tierra aquí en Niquinohomo.
Dentro de algunos años, también tierra se hará, tierra alzada de toda Nicaragua, el niño que acaba de salir de esta placenta.
21 de febrero de 1934
Managua
Augusto C. Sandino
Cine de terror: Guión para dos actores y algunos extras
Somoza sale de la casa de Arthur Bliss Lane, embajador de los Estados Unidos.
Sandino llega a la casa de Sacasa, presidente de Nicaragua.
Mientras Somoza se sienta a trabajar con sus oficiales, Sandino se sienta a cenar con el presidente.
Somoza cuenta a sus oficiales que el embajador acaba de darle su apoyo incondicional para matar a Sandino.
Sandino cuenta al presidente los problemas de la cooperativa de Wiwilí, donde él y sus soldados trabajan la tierra desde hace más de un año.
Somoza explica a sus oficiales que Sandino es un comunista enemigo del orden, que tiene escondidas muchas más armas que las que ha entregado.
Sandino explica al presidente que Somoza no lo deja trabajar en paz.
Somoza discute con sus oficiales si Sandino ha de morir por veneno, tiro, incendio de avión o emboscada en las montañas.
Sandino discute con el presidente sobre el creciente poder de la Guardia Nacional, dirigida por Somoza, y le advierte que pronto Somoza lo volteará de un soplido para sentarse en el sillón presidencial.
Somoza termina de resolver algunos detalles prácticos y se despide de sus oficiales.
Sandino termina de beber su café y se despide del presidente.
Somoza marcha al recital de una poetisa y Sandino marcha a la muerte.
Mientras Somoza escucha los sonetos de Zoila Rosa Cárdenas, joven valor de las letras peruanas que distingue al país con su visita, Sandino cae acribillado en un lugar llamado La Calavera, sobre el Camino Solo.
Tomado de "Memoria del Fuego", Eduardo Galeano
Colocado por Vatik
Niquinohomo
Augusto C. Sandino
Se llamará Sandino
A las puertas de esta casa de adobe se juntan las gentes, atraídas por el llanto.
Como arañas volteada mueve brazos y piernas el recién nacido. No vienen desde lejos los reyes magos para darle la bienvenida, pero le dejan regalos un labrador, un carpintero y una vivandera que pasa camino del mercado.
La comadrona ofrece agüita de alhucemas a la madre y al niño una pizca de miel, que es su primer sabor del mundo.
Después, la comadrona entierra la placenta, que tan raíz parece, en un rincón del huerto. La entierra en buen lugar, donde da fuerte el sol, para que se haga tierra se hará tierra aquí en Niquinohomo.
Dentro de algunos años, también tierra se hará, tierra alzada de toda Nicaragua, el niño que acaba de salir de esta placenta.
21 de febrero de 1934
Managua
Augusto C. Sandino
Cine de terror: Guión para dos actores y algunos extras
Somoza sale de la casa de Arthur Bliss Lane, embajador de los Estados Unidos.
Sandino llega a la casa de Sacasa, presidente de Nicaragua.
Mientras Somoza se sienta a trabajar con sus oficiales, Sandino se sienta a cenar con el presidente.
Somoza cuenta a sus oficiales que el embajador acaba de darle su apoyo incondicional para matar a Sandino.
Sandino cuenta al presidente los problemas de la cooperativa de Wiwilí, donde él y sus soldados trabajan la tierra desde hace más de un año.
Somoza explica a sus oficiales que Sandino es un comunista enemigo del orden, que tiene escondidas muchas más armas que las que ha entregado.
Sandino explica al presidente que Somoza no lo deja trabajar en paz.
Somoza discute con sus oficiales si Sandino ha de morir por veneno, tiro, incendio de avión o emboscada en las montañas.
Sandino discute con el presidente sobre el creciente poder de la Guardia Nacional, dirigida por Somoza, y le advierte que pronto Somoza lo volteará de un soplido para sentarse en el sillón presidencial.
Somoza termina de resolver algunos detalles prácticos y se despide de sus oficiales.
Sandino termina de beber su café y se despide del presidente.
Somoza marcha al recital de una poetisa y Sandino marcha a la muerte.
Mientras Somoza escucha los sonetos de Zoila Rosa Cárdenas, joven valor de las letras peruanas que distingue al país con su visita, Sandino cae acribillado en un lugar llamado La Calavera, sobre el Camino Solo.
Tomado de "Memoria del Fuego", Eduardo Galeano
Colocado por Vatik
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