viernes, 9 de octubre de 2009

LAS POLITICAS DE SALUD EN AMERICA LATINA, Y LA VIGENCIA DE LA ATENCION PRIMARIA EN SALUD EN EL CONTEXTO LATINOAMERICANO

ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA SALUD Y LA VIDA
FACULTAD DE CIENCIAS MEDICAS
MOVIMIENTO POR LA SALUD DE LOS PUEBLOS


OSCAR FEO ISTURIZ: LAS POLITICAS DE SALUD EN AMERICA LATINA, Y LA VIGENCIA DE LA ATENCION PRIMARIA EN SALUD EN EL CONTEXTO LATINOAMERICANO

Cuenca 18, septiembre/2009. En el marco del Encuentro de los Pueblos por el Derecho a la Salud y la Vida, el Dr. Oscar Feo, Secretario Ejecutivo del Organismo Andino de Salud disertó sobre Políticas y Atención Primaria en Salud.

Gracias a la Universidad de Cuenca y a la Facultad de Ciencias Médicas por darnos de la oportunidad de compartir este espacio de reflexión, de construcción colectiva.

La exposición Políticas y Atención Primaria en Salud tiene tres componentes:

  1. Reflexión sobre la Atención Primaria en Salud y su evolución desde 1978 en Alma Ata, hasta hoy, una posible Salud Para Todos.
  2. Critica a las políticas salud de los últimos 20 años.
  3. Desafíos para la salud pública en el siglo XXI, que es lo que nos corresponde desde la perspectiva latinoamericana y la Medicina Social Latinoamericana, hacer de la salud un real derecho y no solo parte de un discurso político.

Atención Primaria y su evolución

En 1978 en Alma Ata se celebró la Conferencia Internacional de Salud concluyendo con la Declaración de Alma Ata que planteaba el lema: Salud para Todos en el año 2000; no se hizo posible, ni lo anterior, ni el desarrollo de la Atención Primaria en Salud (APS).

En un artículo de David Tejada de Riberos plantea que buena parte de la génesis de esta reunión tuvo que ver con el conflicto chino-soviético, ya que los soviéticos querían implantar su modelo en salud y que la conferencia se realice en su país. También señala que el primer problema de la Atención Primaria en Salud fue una mala traducción, pues debía llamarse: Cuidado Integral a la Salud.

El centro que plantea Alma Ata en 1978 es que Salud para Todos, está basada en la justicia social, en una visión que pretende que cada persona alcance una vida social y económicamente productiva, de aquí que hay un primer componente importante que es la vinculación de salud con calidad de vida, se plantea la Atención Primaria como la estratégica para alcanzarla, como la forma para organizar los sistemas de salud de acuerdo a las condiciones de cada uno de los países. No hay que olvidar que el contexto político de Alma Ata, más de la mitad de los ministros de Salud de América Latina correspondían a una época de las dictaduras.

En esa reunión la APS implica siete grandes componentes: Acceso universal; Organización y participación de la comunidad; Movilización social; Acción intersectorial para la salud; Financiamiento adecuado y tecnología apropiada; Formación de recursos humanos apropiados; e, Integralidad de la atención en salud. Hoy estos siete componentes siguen teniendo absoluta vigencia.

Treinta años después para ver qué ha pasado con Alma Ata, en palabras de David Tejada: “La salud es sobre todo una realidad compleja y un proceso político, dentro del cual hay que tomar decisiones políticas”. La salud, no solo es sectorial, los problemas de salud no solo se resuelven desde el sector salud, sino desde la determinación social de la salud, elevando la calidad de vida y luchando contra la redistribución desigual del poder, de los recursos, de la riqueza social y de los servicios.

¿Qué había pasado en estos treinta años, porqué no había sido posible conquistar Salud para Todos? ¿Qué lecciones hemos aprendido? ¿Cuáles deben de ser las líneas de acción? En este sentido es asombrosamente vital y vigente el discurso que pronunciara Halfdan Mahler en la clausura de la reunión de Alma Ata en 1978: “Si queremos que haya Salud para Todos, debemos en primer lugar garantizar que haya disposición para enfrentar el abismo que separa a los privilegiados de los desposeídos”. Luego Mahler plantea ocho grandes preguntas al auditorio de esa época:

¿Hay disposición para aplicar adecuadamente la Atención Primaria? ¿Hay disposición para signar los recursos necesarios para la atención primaria? ¿Estamos dispuestos a movilizar a la gente para que haya atención primaria? ¿Vamos a garantizar la tecnología y los recursos humanos necesarios? ¿Estamos dispuestos a cambiar los servicios de salud centrados en la enfermedad para colocar a la atención primaria en su centro? ¿Estamos dispuestos a superar las resistencias sociales, económicas y culturales? ¿Estamos dispuestos a comprometernos políticamente, a superar nuestras diferencias y a trabajar en equipo?

La respuesta a cada una de esas preguntas fue no, y a pesar de los avances y de los avatares, hoy treinta años después, podemos decir que estas preguntas siguen teniendo vigencia. Solo será posible alcanzar Salud Para Todos en la medida en el que haya compromiso político que permita entender a esto en el marco de una política de justicia social que cambie las condiciones y las características de la vida como el cambio de paradigma social. El asunto es romper el modelo de desarrollo que el sistema capitalista nos ha venido planteando y que es necesario sustituirlo por uno en el cual el centro sea no la acumulación del capital, sino la satisfacción de las necesidades colectivas.

No hubo adecuada comprensión del concepto de APS, Mario Testa plateaba como la APS en muchos países era construcción de paquetes básicos, como los paquetes neoliberales de ocho o diez prestaciones sencillas de lo que llamaban: bajo costo y alta efectividad, se convirtió en una atención primitiva para los pobres Todavía en Europa se confunde mucho el termino atención primaria, con el término primer nivel de atención. No hubo una adecuada comprensión del concepto como estrategia que debía vertebrar las políticas públicas en función de elevar la calidad de vida colocando a la salud en el centro de ella.

No hubo suficiente compromiso político de los gobiernos. No se logró reorientar el modelo de atención, que continúa hoy centrado en la enfermedad.

Recuerdo siempre la figura y las palabras de un cuencano, Edmundo Granda, cuando nos decía que “nuestros no son ministerios de salud, sino ministerios de la enfermedad, que nosotros no hacíamos salud pública, sino que hacíamos enfermología pública, por que el modelo de pensamiento y ejecución que ha hegemonizado a las ciencias de la salud, ha sido el de la enfermedad”. Una de las lecciones que nos planteamos es que no fue posible reorientar ese modelo y hoy nos planteamos la necesidad de reorientarlo, tenemos que ver la posibilidad de [...] porqué seguimos hablando de salud pero pensando en enfermedad. Tampoco se logró superar la capacidad resolutiva del nivel primario de atención, fue muy difícil concretar la intersectorialidad y no se tomar en cuenta las necesidades del desarrollo de recursos humanos para viabilizar la atención primaria en salud.

Quisiera recordar una frase de la reunión de evaluación de los treinta años de la APS que dice: “Un futuro digno para la humanidad necesita y exige el rescate de los principio básicos que todos los países del mundo suscribieron en Alma Ata hace treinta años. Salud Para todos, sigue siendo la utopía, el sueño, la Atención Primaria sigue siendo un instrumento para conseguirla”.

Hoy hay un planteamiento en el cual convergen por un lado las conclusiones de la Comisión de Determinantes Sociales de la OMS y las conclusiones de la Comisión para Revitalizar y Relanzar la Atención Primaria y construir sistemas de salud universales basados en esta.


Los procesos de reforma de salud en América Latina: La historia de APS

Pero la historia de APS en los años 70 y 80, es sustituida rápidamente por lo que viene en estos momentos, por la historia de las reformas neoliberales en salud. Antes veamos su historia y procesos en América Latina.

La atención de caridad para pobres e indigentes, que es la época previa al surgimiento de los ministerios de salud, surgen luego entre los años 20 y 40 los ministerios en el marco de programas verticales, como los programas de lucha contra la malaria, o contra la tuberculosis, o por la atención infantil, es una concepción confrontada. Algo que ha marcado la vida de los sanitaristas latinoamericanos es la confrontación entre la visión integralista y la visión vertical de los programas.

En los años 40, 50 surgen los temas fundamentales de seguridad social que todavía lo estamos viendo, recordamos que esta seguridad surge en Europa en los años de la Guerra y de la Posguerra por la necesidad de proteger a las fuerzas de trabajo y como una propuesta para contener el avance de las fuerzas “progresistas”. Las propuestas de seguridad social solo están dirigidas a una parte de la población. Surge luego el concepto de la universalidad y de los sistemas públicos, en América Latina lo único que logra concretarse en ese momento es el modelo de Chile, y por eso consideramos al joven Ministro de Salud, Salvador Allende, el precursor de Medicina Social en Latinoamérica, cuando hace primero un diagnóstico y luego una propuesta de construir el Primer Sistema Público Universal de Salud para el Continente.

Luego viene toda la realidad que aun sigue siendo hegemónica que es que construimos en nuestros países, mezclas de sistemas entre seguridad social, programas de sanidad, ministerios de Salud que atienden fundamentalmente a los pobres, para terminar con sistemas de salud fragmentados sobre los cuales se monta la propuesta de APS y luego en los años 90 con mucha claridad las aparecen las reformas neoliberales.

Las reformas neoliberales: El canibalismo del discurso

Hay que recordar que las reformas neoliberales no fueron reformas exclusivas del sector salud, fueron propuestas como reformas del Estado que conocimos como Programa de Ajuste Estructural que se dieron en el Consenso de Washington. Fueron promovidas por los organismos financieros multilaterales, y esto hay que recordarlo porque mucha gente no tiene claro que dicho consenso no fue otra cosa que una reunión de un reducidísimo número de economistas (25) que se reunieron en 1989, cuando cayó El Muro de Berlín y hubo el derrumbe de la Unión Soviética, estaba finalizando La Guerra Fría, y la confrontación entre dos modelos (“socialismo real" y mundo occidental) con un hecho central: unos treinta países dejaban de ser centralmente planificados y comenzaban a entrar en el mundo del mercado y estos economistas se reúnen fundamentalmente para elaborar un conjunto de propuestas de políticas económicas para conducir a esos países que estaban saliendo del centralismo (socialismo real) hacia economías de mercado (mundo occidental).

Cinco grandes componentes caracterizaron al Consenso de Washington:

  1. Disminuir el gasto público.
  2. Abrir la participación al sector privado y a la inversión extranjera.
  3. Privatizar estructuras públicas.
  4. Acabar con las regulaciones del Estado.
  5. Abrir la garantía del derecho a la propiedad.

Esto resumido en dos grandes principios: reducir el tamaño del estado para permitir el predominio del mercado; y eso es lo que en nuestro continente bautizamos como las políticas de ajuste estructural-neoliberal, basadas en las propuestas de la Escuela de Chicago y de Milton Friedman que tiene en el texto Capitalismo y Libertad a uno de sus paradigmas centrales, donde el planteamiento es que el organizador de la sociedad es el mercado y hay que permitir su libre juego para que la sociedad funcione, de ahí vino la Teoría del Goteo: Hay que permitir que la Economía crezca para que luego permita [que] los sectores menos desposeídos vayan nutriéndose de ese crecimiento económico.

Hay que tener claro que cuando hablamos de neoliberalismo estamos hablando de una nueva etapa del libre mercado y también de una ideología de una forma de entender al mundo y la distribución de la riqueza social está basada en el mercado y su planteamiento fundamental es terminar con el papel del estado y permitir la privatización, su paradigma fundamental.

Y el planteamiento neoliberal en salud aparece muy claro en los textos del Banco Mundial hasta 1993, afirmando que la salud es responsabilidad individual, que pertenece al ámbito de lo privado y debe resolverse en el marco de la relación entre el individuo, la familia y la propiedad en la iniciativa privada. El estado debe garantizar asistencia solo aquellos que fracasan en el mundo del mercado, en otras palabras colocar la salud en el mercado.

Este planteamiento se camufla a partir del año 1993 dándose un proceso interesante, la cooptación del discurso, o el canibalismo del discurso en donde los neoliberales se apropian del discurso de la equidad y el derecho, el Banco Mundial empieza a hablar de la salud como derecho, pero al mismo tiempo nos ponen a nosotros (los que confrontamos las políticas neoliberales) ha hablar por la boca de ellos. Empieza mucha gente hablar de que las funciones del sistema de salud son el financiamiento, el aseguramiento, la prestación de servicios y la separación de funciones para permitir el adecuado funcionamiento del sistema.

Eso que es parte fundamental del planteamiento neoliberal en salud, hoy es un dogma de la salud pública, lo que algunos llaman la "nueva salud pública". Todavía lo que se enseña en las Escuelas de Salud Pública son:

  1. La función de rectoría que debe mantener el Estado.
  2. La función de aseguramiento.
  3. La función de financiamiento.
  4. La función de prestación de servicios.

Nosotros no podemos aceptar este dogma que fue parte de los planteamientos neoliberales, que prefería la propuesta de separación de funciones, previa a la privatización. El pensamiento neoliberal en salud es un poco más encubierto o disfrazado.

Su primer punto en las políticas y en las reformas es el de la totalización, atender solo a los pobres, con paquetes de canastas básicas que en la práctica niegan el derecho a la salud. Hay que distinguir entre una política focalizada dirigida a los pobres y una política integral que prioriza a los sectores más vulnerables y desprotegidos de la población.

El segundo gran planteamiento fue la descentralización sin centro y sin recursos, se la hacía para atomizar el sistema de salud, para disminuir el nivel central del sistema de salud, para desembarazarlo de funciones pero que [no] se daba[n] los recursos, los conocimientos, por lo que esa terminó siendo una previa a los procesos de privatización. Diferente es una concepción alterna contra hegemónica de descentralización que puede ir dirigida con recursos y con conocimientos transferir realmente poder a los sectores local y las comunidades.

El tercer elemento es la separación de funciones, crear condiciones para la competencia y el mercado.

El cuarto y último, es la recuperación de costos, lo que llamaban en las propuestas de reforma la autogestión. Muchas veces hay un discurso que decía que debían transferir los recursos a las comunidades pensando que estas la autogestionaban pero en el centro estaba el cobro por los servicios, la recuperación de costos por la prestación de los servicios.

Dos concepciones de Salud en América Latina

En el marco de esa discusión hay tema central para el tema de las Políticas de Salud en América Latina, es:

¿Qué es para nosotros la salud?

Hay una clara diferenciación en América Latina entre dos concepciones: Una concepción neoliberal que plantea la salud como bien individual y en el mundo del mercado; y otra La Salud como Derecho Social que debe ser garantizada por el Estado.

Esta concepción última estuvo confrontándose en el proceso constituyente ecuatoriano, una constitución que ve a la salud como un servicio, que ve a la salud como un derecho. Nosotros apostamos por la salud como derecho social garantizado permanentemente por el Estado. La posesión que se asuma va ha ser determinante porque los modelos de gestión o financiamiento va a depender que se comprenda a la salud como derecho fundamental o servicio público.

Impacto de las políticas en América Latina

Se privatizaron los servicios, se debilitó al Estado y al sector público, hoy los ministerios de Salud son cascarones vacíos sin capacidad de respuesta, llegan ministros que tiene[n] voluntad de construir políticas pero vaciados de contenidos. Se deterioraron los programas, se trasfirieron al sector privado, buena parte de esas reformas se dio implementando la deuda externa y las cartas de intención realizados en 21 países, fue una receta aplicada e impuesta.

Estas preferían los proyectos de modernización del sector salud, que sirvieron para vaciar de contenidos a los ministerios, para transferir programas y estructuras al sector privado, consecuencia de eso fue el deterioro de la calidad de la vida y de la salud, permitiendo la aparición de nuevas enfermedades y de otras que fueron ya erradicadas. Hubo también un intenso deterioro ambiental mediante el calentamiento global y la aceleración de la economía. En esos quince años de la aplicación de las políticas neoliberales creció la riqueza, pero que ese incremento no fue acompañado de políticas de redistribución de la riqueza, y que hubo una concentración de la riqueza y hubo un incremento de la pobreza, los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres.

Conclusión: se acentuaron las desigualdades. Hoy las tres corporaciones más grandes del mundo tienen más riqueza que 50 países en donde viven 600 millones de personas. Estas tres corporaciones controlan también los medios de comunicación social.

En el libro de Ramonet: La Tiranía de la Comunicación, el demuestra como en los años de las políticas neoliberales hubo un cambio de la propiedad de los medios de comunicación que fueron adquiridos por las grandes corporaciones, aparece una nueva función, ya no son medios para informar y comunicar, son medios para crear las matrices de opinión que responden al interés de la comunicación. Se manipula y se miente a través de los medios de comunicación.

La desigualdad es grande y ya lo decía la ministra de Salud de El Salvador: "No podemos enorgullecernos de un mundo en el que la llamada sociedad del conocimiento y la información, convive con la sociedad de la pobreza, la desnutrición, la ignorancia y la incultura".

Desafíos en América Latina en políticas progresista en Salud

  1. La concepción de la Salud como derecho humano y social fundamental.
  2. La comprensión de la determinación social de la salud y de la enfermedad, políticas dirigidas a actuar sobre los determinantes sociales: mejorar las condiciones de vida; luchar contra la distribución desigual del poder, del dinero y de los recursos.
  3. El acceso universal a la salud y a los sistemas universales.
  4. Participación social, los movimientos sociales de empoderarse para hacer avanzar las políticas progresistas en salud.
  5. Formación de recursos humanos para la acción medico-social, mucho más humanista.
  6. Crítica y confrontación a las políticas neoliberales.

Retos en América Latina en políticas progresista en Salud

  1. Fortalecer el Estado, hay que romper con lo que fue el paradigma fundamental de los años 90 que era el Estado no sirve, lo público no sirve.
  2. El centro debe de estar en la Atención Primaria en Salud de la gente.
  3. Priorizar la lucha contra las inequidades.
  4. El modelo de atención basado en la promoción, en la integralidad y en la prevención para actuar sobre los determinantes sociales de la salud.
  5. Hay que asegurar el financiamiento necesario, garantizando que el Estado lo entienda como una inversión fundamental para construir Salud para Todos.
  6. Desarrollo integral de profesionales humanos y técnicos.
  7. La real y efectiva participación social.

Salud para Todos sigue siendo el objetivo pero requiere de voluntad política, que requiere de capacidad técnica, que requiere de inversión pública y que requiere de participación social. Sigue siendo la utopía que nos mueve, aún en nuestro continente hay fuertes combates librándose contra el modelo médico hegemónico en el cual siguen a pensar de las transformaciones y los cambios del continente. A pesar de esta situación nueva en el continente, en salud seguimos dominados por políticas asistencialistas.

ENCUENTRO POR EL DERECHO DE LOS PUEBLOS A LA SALUD Y A LA VIDA
Facultad de Ciencias Médicas-Universidad de Cuenca
Av. 12 de abril (sector El Paraíso)
Tel: 59372 4051155

Mensaje de horror a mujeres en Chiapas

SARA LOVERA



MÉXICO D.F., 8 de octubre (apro).- El control de las mujeres por el poder, analiza Joan W. Scott, aparentemente no tienen sentido o ganancia directa e inmediata, más que para mantener el poder, busca hacer visible que ese poder es inalterable a través del tiempo.

¿Qué razón tienen los ataques intermitentes a un pequeño grupo de mujeres en Chiapas? Si se pudiera analizar, Scott diría, que es la demostración del poder y el deseo permanente de mantener a las mujeres bajo dominio.

El pasado 26 de septiembre, por enésima vez, fue enviado un mensaje de horror a las mujeres de la organización no gubernamental K'inal Antsetic o Tierra de Mujeres.

Sus instalaciones en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde operan desde 1995, fueron incendiadas. Las indias que ahí pernoctan, están asustadas y atemorizadas, colocadas en el banquillo de la más tremenda opresión.

Ahí, en esas instalaciones, se recibe a mujeres indígenas a quienes se les proporciona alimentación y cobijo, para que durante su estancia puedan aprender a leer y a escribir, a pensar, a mejorar su vida. Ese es su trasgresión y su pecado.

La estadunidense Scott, cuyos escritos de hace 20 años recobraron vigencia en los últimos días, a propósito de la edición en español de su libro Género e Historia, (FCE/UACM), explicaría esa acción como parte de la construcción y consolidación del poder, ese del actuar nazi o de los gobiernos dictatoriales.

¿Quién puede estar en contra de que estudien las mujeres indígenas de Chiapas? Una voz en off diría que nadie, y que es un escándalo el abuso, la intimidación, el terror que infunden los hombres que traspasaron las puertas de la instalación y enseñaron sus vestimentas negras y sus pasamontañas a las jovencitas que estaban ahí.

Las acciones, según los hechos que antecedieron este artero atentado, indican que se trata de enviar mensajes de muerte y represión precisamente a la fundadora de esta casa de la Tierra de Mujeres, Yolanda Castro.

Yolanda, es una mujer de estatura pequeña y ojos dulces que conocí en 1994, cuando ya vivía en Chiapas, y había acompañado la creación de una cooperativa de bordadoras indígenas llamada Paz Kjoloviletik.

Las artesanas aprendieron a fabricar telas, bordados, blusas, huipiles y servilletas, para vender y exportar; aprendieron a ponerle precio a sus prendas y también a leer, escribir y hacer cuentas.

En eso estaban cuando las sorprendió la guerra zapatista. Un año después nació K'inal, una organización en Chiapas que se extendió por el país. Muchas mujeres indígenas han aprendido a hablar en público, a escribir y difundir sus demandas, a conocer cómo podían mejorar su vida, todo esto en otras latitudes y etnias mexicanas.

Esa es la trasgresión. No otra. Y Yolanda a quién se han dirigido estos ataques, igual que Nellys Palomo, quién murió recientemente, fundadoras de la casa y el centro de mujeres, estaban dispuestas a caminar al ritmo de las indígenas. Eso molesta, molesta mucho.

Hechos recientes

El pasado sábado 26 de septiembre, en las instalaciones que ocupa la organización no gubernamental K'inal Antsetik A. C. (Tierra de Mujeres) en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, alrededor de las ocho de la noche se introdujeron uno o dos sujetos vestidos de negro y cubiertos con pasamontañas con el objetivo de provocar un incendio en la infraestructura que se encuentra en proceso de construcción.

Los sujetos rociaron con gasolina algunas de las vigas que sostienen el techo recién colado y les prendieron fuego. Del incendio, se percataron algunas de las jóvenes que residen en el Centro, alertando al resto de sus compañeras para que de inmediato apagaran el fuego a cubetazos.

Dos de las jóvenes pudieron percatarse que en las instalaciones del Centro, cerca de la cocina, se encontraba aún uno de los sujetos, de complexión robusta, estatura promedio, vestido totalmente de negro y con pasamontañas, quien al ser descubierto se dio a la fuga, no sin antes encarar a las jóvenes que se encontraban a unos 20 metros de distancia.

Kinal Antsetik (Tierra de Mujeres) se ha caracterizado por la defensa de los derechos de las mujeres, apoya procesos organizativos de mujeres y hombres de distintas comunidades y organizaciones de Chiapas.

Esta acción causó una sensación de vulnerabilidad, terror; temen que nuevamente pueda ocurrir un hecho similar, temen por su integridad y seguridad personales.

Integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) señalan que han habido otros avisos, que los llevan a cabo paramilitares; los otros ataques, uno el 12 de noviembre de 2008, cuando se allanó el domicilio particular de Yolanda Castro y el 9 de diciembre siguiente, cuando sujetos con apariencia de policías intentaron obtener información de las actividades de K'inal Antsetk.

Desde mayo de 2008 se sabe que el Gobierno de Chiapas ordenó que la Procuraduría de Justicia del Estado procediera a integrar un expediente judicial contra Yolanda Castro, pretendiendo vincularla a varios delitos.

Se la quiere asociar con células armadas, pero no existen esos indicios. Denuncian que este propósito del gobierno de Chiapas coincide con una larga andanada para criminalizar a todas las personas y los grupos que trabajan por el respeto y en defensa de los derechos humanos.

Los hechos en las instalaciones de Tierra de Mujeres-K'inal Anzetik son una nueva llamada de atención sobre el desgobierno en México, saltan a la vista la forma de nuevos poderes regionales, que sin importar el tiempo, la época, los discursos y leyes de igualdad y de acceso de las mujeres a una vida sin violencia, actúan en forma contraria, descorriendo el entramado de confusiones y contradicciones que oculta el asentamiento del poder, de ese a que se refiere intelectualmente Scott.

Sabemos que en Chiapas existe lo que los especialistas llaman una guerra de baja intensidad, desde hace más de un década. Y casi nadie tiene el recuento de fechorías como las que viven las jóvenes indígenas. De ahí el recuerdo funesto de Acteal, revivido para hacerlo sangrar.

De los antecedentes se ha pedido a Juan Sabines, gobernador de Chiapas, que investigue, que responda, que explique de qué se trata. Me da la impresión que de esto mismo se trata lo que sucede en Guerrero, con Zeferino Torreblanca y, por otro lado, del poder infinito y regional del gobernador de Puebla en el caso de Lydia Cacho. Son exactamente los mismos personajes que ahora persiguen y encarcelan a las mujeres que se interrumpen un embarazo, como en Guanajuato, Veracruz y Puebla.

Es este horror de un sistema basado en el poder, al que, aparentemente no le reditúa nada material controlar a las mujeres, pero que lo hace, sistemáticamente, durante años y años. En Guerrero han perseguido a las familias que denunciaron violaciones a las indias de Barranca de Bejuco, y todavía no tenemos una reparación del daño a las 3 indígenas tzeltales que fueron violadas por un piquete de soldados en Altamirano, Chiapas en 1994.

¿Hasta cuándo seguirá la impunidad? ¿Hasta cuándo nos vamos a creer los discursos vacíos de equidad de género? ¿Hasta cuándo aguantarán esos cuerpos, esas psiques de dominación milenaria contra las mujeres? Ningún grupo o partido de izquierda alza su voz, se han quedado petrificados, todos también, en el círculo de poder que explicó la señora Scott para que entendamos qué quiere decir ese impenetrable concepto que se llama género.


Fuente: http://www.proceso.com.mx/opinion_articulo_impresion.php?articulo=72977

miércoles, 7 de octubre de 2009

Comandante Che Guevara

A 42 años de la caída en combate de quien sentía cualquier injusticia, otro digno hijo de la tierra argentina, que se hizo parte de Nuestra América.



lunes, 5 de octubre de 2009

Hace 35 años, Miguel Enríquez cayó combatiendo a la dictadura chilena


Miguel Enríquez y la utopía revolucionaria

Punto Final


La utopía está en el horizonte. Caminamos dos pasos, ella se aleja

dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces

para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

Eduardo Galeano



El sacrificio de intereses personales, capaz de alcanzar el heroísmo en defensa de ideales y convicciones políticas, ya no existe en Chile. Sus últimas manifestaciones desaparecieron durante la larga jornada que comenzó con La Moneda en llamas y que se prolongó 17 años en desigual lucha contra la dictadura. La resistencia al terrorismo de Estado costó las vidas de miles de chilenos. La tortura, la prisión y el exilio se abatieron sobre muchos más. La derrota, el temor, la desilusión y las traiciones hicieron lo suyo.

El país cayó en el abismo al que lo empujó el neoliberalismo reforzado por una pandilla de generales. Enseguida vino la interminable transición a la democracia y con ella, el cambio de piel de partidos que ayer fueron democráticos pero se convirtieron en fieles administradores de la herencia económica, social y cultural de la dictadura. El país fue reeducado en el olvido, generador de los vergonzosos niveles de ignorancia política que exhibe hoy. En las tinieblas del atraso político -que esconde una espantosa desigualdad social- quedaron la historia, la identidad y hasta el alma del país. Chile se hizo ajeno a América Latina e indiferente a sus luchas que ayer también fueron las nuestras.

Sin embargo, esto no será eterno y es ley de la vida que debe cambiar. Llegado el momento de levantar un nuevo proyecto de liberación económica, política y social, Chile evocará a sus héroes. Allí estará el legado de sus ideas que permitirán abrir las “grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. En ese momento de ardiente creación colectiva, junto a la sombra inspiradora de Salvador Allende estará la de Miguel Enríquez, el joven revolucionario al que recordamos en este aniversario de su muerte. Ambos son ejemplos de valor y de resuelta disposición a entregar la vida -que amaban apasionadamente- por sus ideales. Ellos dejaron una herencia preciosa: sus ideas revolucionarias que en esta hora de América Latina vuelven a convocar a la militancia y a la acción.

Un jefe de revolución

Hace 35 años -en la tarde del 5 de octubre de 1974-, Miguel Enríquez Espinosa cayó combatiendo a la dictadura. De 30 años, médico, nacido en Concepción, Miguel era secretario general del MIR desde 1967. Se negó a salir al exilio después del golpe militar, cuando muchos compañeros se lo pedían para proteger a un cuadro excepcional. Pero él prefirió sumergirse en la clandestinidad. Afrontando enormes dificultades se dedicó a organizar un movimiento de Resistencia Popular. Su incesante actividad fue dejando huellas, que finalmente condujeron a los servicios de seguridad hasta su refugio en la calle Santa Fe de la comuna de San Miguel. Allí, junto a su compañera, Carmen Castillo Echeverría -que fue capturada herida-, y a otros dos camaradas -Humberto Sotomayor y José Bordaz, que lograron huir-, se enfrentó a las fuerzas represivas. Su negativa a rendirse sólo terminó con la muerte. Su cuerpo desnudo y destrozado fue entregado al día siguiente -por mediación de un obispo católico- a sus padres. “Tenía diez heridas a bala. Una de ellas, la última, le entró por el ojo izquierdo y le destrozó el cráneo”, relató su padre, el doctor Edgardo Enríquez Frödden.

El 7 de octubre a las 7.30 de la mañana, sólo ocho miembros de la familia fueron autorizados para sepultarlo en el Cementerio General de Santiago. Un destacamento de carabineros vigilaba de cerca. “Miguel Enríquez Espinosa, hijo mío”, dijo su madre con voz entera en el momento en que depositaba el único ramo de flores permitido, “hijo mío, tú no has muerto. Tú sigues vivo y seguirás viviendo para esperanza y felicidad de todos los pobres y oprimidos del mundo”(1). El 15 de agosto de 1965 Miguel fue uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y pasó a dirigirlo dos años después. Era respetado no sólo por sus camaradas, sino también por muchas personas con las que tuvo fuertes polémicas. En esos debates -a pesar de su juventud- demostraba amplio conocimiento de los temas y capacidad para exponer con claridad sus ideas.

Ya a los 17 años Miguel organizaba movilizaciones en Concepción en defensa de la Revolución Cubana, cuando la invasión imperialista de Playa Girón. El proceso que forjó su liderazgo y que trazó la identidad del MIR se inspiraba en la formación política y armada de sus militantes, y estuvo muy influido por Cuba revolucionaria. Es efectivo lo que dijo un dirigente del Partido Comunista de ese país, en 1974: “Quizás si en la personalidad revolucionaria de Miguel Enríquez, en el fuego juvenil de los combatientes del MIR, e incluso en la intransigencia revolucionaria que les caracterizaba y que en ocasiones nos hacía desear que adoptaran mayor flexibilidad ante las situaciones políticas concretas, está sin embargo una de las más nítidas imágenes de la influencia de Cuba en el movimiento revolucionario latinoamericano”(2).

La forma en que la dirección del PCC valoraba a Miguel se refleja en ese discurso de Armando Hart. Compara al revolucionario chileno con héroes del asalto al Cuartel Moncada y de la lucha revolucionaria contra la dictadura de Fulgencio Batista. “Para transmitir al pueblo cubano -dijo Hart- una imagen de su personalidad, de su significación, de lo que él representa para el futuro de Chile, recordemos nombres como los de Abel Santamaría, José Antonio Echeverría y Frank País”. Y añadió categórico: “Miguel Enríquez no había dado de sí todo lo que era capaz de dar. Si se le mide por lo que ya era, hay que destacar, sin temor a que el sentimiento o la emoción nuble el razonamiento, que en Miguel Enríquez despuntaba un jefe de revolución”. Es cierto, Miguel -después de la heroica muerte de Salvador Allende en La Moneda- representaba la posibilidad de construir un nuevo liderazgo revolucionario que recogiera la lección que dejaba la conspiración para derrocar a Allende fraguada por la derecha, la Democracia Cristiana, el imperialismo y las fuerzas armadas. El liderazgo de un jefe capaz de conducir las acciones armadas, políticas y sociales para derrocar a la dictadura e iniciar la construcción de una sociedad democrática y socialista.

El país que cambió

Hace 35 años esa esperanza se tronchó con la muerte de Miguel Enríquez. La brutalidad del terrorismo de Estado y los devastadores efectos culturales del modelo neoliberal, frustraron los intentos de la Resistencia Popular y del Frente Patriótico Manuel Rodríguez por cultivar la esperanza revolucionaria. Pero en definitiva, la dictadura fue obligada a regresar a sus cuarteles. La iniciativa política quedó en manos de los sectores burgueses que venían siendo preparados para la transición por el Departamento de Estado norteamericano y la Socialdemocracia europea. El Chile de hoy es un país muy distinto al de Allende, Miguel y los miles de héroes y mártires de la Izquierda chilena. La solidaridad, soporte de los sueños colectivos y de la conciencia del deber social -que en Chile había alcanzado altas cimas-, ha desaparecido casi por completo. El país carece de una utopía que permita unir y movilizar las fuerzas para avanzar hacia el horizonte de justicia social. El pueblo chileno es tratado como un rebaño de ovejas que se resignan a cumplir ese papel. Se encuentra a merced de la oligarquía que maneja sus sentimientos y expectativas a través de los medios de comunicación. Ha quedado sin capacidad crítica, carente de participación y sin voluntad política para remover los obstáculos que impiden alcanzar una plena democracia. El actual período electoral, que permite cierto grado de atención a temas barnizados de política, prueba el empobrecimiento del ciudadano en tanto agente activo y crítico del desarrollo democrático.

Los candidatos con posibilidades de victoria -consagrados en esa condición mediante la complicidad de mañosas encuestas y manipulaciones de la prensa oligopólica-, representan más de lo mismo. Ninguna propuesta toca el corazón del sistema. Ninguno se compromete con una Asamblea Constituyente que elabore una Constitución democrática. Ninguno plantea medidas que hieran los poderosos intereses nacionales y extranjeros que controlan la economía. (En este punto cabe una digresión. Como consecuencia de la crisis capitalista que ha dejado en evidencia la incapacidad del mercado para autorregularse, los administradores del sistema comienzan a eludir responsabilidades. Se escucha nada menos que al ex presidente Ricardo Lagos criticando al neoliberalismo, aunque el suyo fue uno de los gobiernos más neoliberales del mundo. Lo mismo sucede con la presidenta Michelle Bachelet que habla del “fin del paradigma neoliberal” y reivindica el rol del Estado. Sin embargo, su gobierno no ha hecho otra cosa que respetar las reglas de juego del neoliberalismo. Por último, el candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, reclama “Estado y más Estado”, pero su gobierno privatizó el agua potable, los puertos, etc.).

Ninguno de los candidatos creados por los titiriteros de la política hace mención a los escandalosos privilegios de las fuerzas armadas, sus descomunales gastos en armamentos y sus excepcionales regímenes de previsión, así como al peso determinante que siguen teniendo en la conducción del país. Ningún candidato responde a las demandas del pueblo mapuche. Ninguno se compromete con una solución a la justa demanda de Bolivia de una salida soberana al mar. Ninguno plantea terminar con las AFPs, ni se pronuncia por una salud y educación públicas. Tampoco por renacionalizar el cobre -de nuevo en manos extranjeras-, ni por nacionalizar la banca e impulsar una reforma tributaria de verdad. Los vacíos -y silencios- son enormes en los programas de los candidatos presidenciales. Así lo demostró el mediocre “debate” televisivo reciente. Es imposible encontrar en sus discursos ni el atisbo de un proyecto de sociedad más justa. De una u otra manera, se declaran continuadores del gobierno de Bachelet, incluyendo al aspirante derechista. El futuro gobierno será por lo tanto, continuista en su esencia.

Pero hay un futuro…


Demasiado tiempo ha perdido la Izquierda en reconstruir la utopía de este tiempo. Se ha enredado en minucias y discusiones estériles, atrapada entre un discurso reformista y parlamentarista y una lluvia de consignas dogmáticas, sin contenido, que producen más rechazo que adhesión. Se han puesto en primer plano los intereses de partidos, grupos y personas. Así se ha conseguido anular las posibilidades de un proyecto común y dispersar todavía más las escasas fuerzas. Una parte de la Izquierda se ha contaminado del pragmatismo de la contracultura neoliberal. Ha terminado por aceptar, en los hechos, que la lucha por el socialismo no tiene viabilidad en Chile y que éste es un tema anticuado, propio de soñadores. Ha renunciado en la práctica a presentar una propuesta de carácter socialista que permita elevar el contenido del discurso político. Y esto, mientras el capitalismo atraviesa una profunda crisis y la depredación del planeta pone en juego la vida de la especie humana. Chile se derechiza mientras en América Latina hace camino una corriente socialista que ya es gobierno en varios países. El socialismo del siglo XXI plantea propuestas para nuestra época. La integración económica, la cooperación energética, la Alianza Bolivariana por los Pueblos de Nuestra América (Alba), el Banco del Sur, etc., son las herramientas de ese proyecto que avanza.

Tomar conciencia de que vivimos una época favorable para la utopía revolucionaria, debería promover en Chile la reconstrucción de una Izquierda en lucha por cambios profundos y radicales. Ese era el objetivo por el que los revolucionarios de ayer estuvieron dispuestos a entregar sus vidas. Como Allende, Miguel y tantos más.

Notas

(1) Discurso del Dr. Edgardo Enríquez (1912-1996), ex director del Hospital Naval de Talcahuano, ex rector de la Universidad de Concepción, ex ministro de Educación del presidente Allende, en la inauguración del Hospital Clínico Miguel Enríquez en La Habana, 1975. La madre de Miguel fue la señora Raquel Espinosa Townsend (1913-2003).

(2) Armando Hart Dávalos, miembro del buró político del Partido Comunista de Cuba, en el acto de homenaje a Miguel en el Teatro Lázaro Peña de la Central de Trabajadores de Cuba, 21 de octubre de 1974. En el mismo acto habló Edgardo Enríquez, hermano de Miguel, miembro de la comisión política del MIR. Detenido en Buenos Aires por la Operación Cóndor el 10 de abril de 1976, desde entonces es un desaparecido.

(EDITORIAL PUNTO FINAL, 695, octubre 2009)

domingo, 4 de octubre de 2009

Mercedes Sosa - Solo se trata de vivir

Nuestra Querida Mercedes Sosa


La querida Negra Sosa, la Gran Mercedes, la inmensa Mercedes Sosa, nos ha dejado, se adelanto en ese camino que todos tendremos que recorrer en algún momento, fue una Cantora que no calló, y que no callará, su voz está y estará en nosotros. Gracias a la vida, Gracias a la Gran Negra Sosa, ahora que es más necesaria que nunca la Canción con todos.

Sin dudas esta otra LatinoAmérica que ahora es, también por ella se nació.

La tristeza nos llega pero mejor recordarte en lo mucho que nos diste.

Corazón libre.

Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos corazón, son los que no luchan,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues.


No lo dejes corazón que maten la alegría,

remienda con un sueño corazón tus alas mal heridas,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues.

Y recuerda corazón la infancia sin fronteras,

el tacto de la vida corazón, carne de primavera,

no te entregues corazón libre, no te entregues,
no te entregues corazón libre, no te entregues.


Se equivocan corazon, con frágiles cadenas,

más vientos que raíces corazón, destrózalas y vuela,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues.


No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,

serás cómplice y esclavo corazón si es que los escuchas,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues.


Adelante corazón, sin miedo a la derrota,

durar no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues,

no te entregues corazón libre, no te entregues.

Rafael Amor