"Hoy, más que nunca, la estrella solitaria del bellísimo estandarte nacional de Cuba brilla como la Gran Estrella Solidaria, única capaz de mostrarnos el camino hacia la Paz que todas y todos estamos ansiosos de lograr en este mundo."
Presidente de la Asamblea General de la ONU, el ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto Broackman
"Podemos decir que ningún día hemos dejado de trabajar ni de tener el pensamiento en la revolución y sus problemas. Si no hay frutos a todo esto –que sí los hay, desde luego, aunque solo sea de la gran lección de la experiencia–, ello no debe desanimarnos. En primer lugar, porque nosotros pertenecemos, dentro de la revolución, a los corredores de maratón, que saben que todo no es dar cuatro saltos y terminar los cien metros y coger la medalla, sino correr, correr incansable, infatigablemente, saltar barreras, desfilar bajo la lluvia, cruzar cañadas, subir montañas, desrriscarnos y al final, llegar y ganar medio muertos por el esfuerzo; o ni llegar siquiera, muertos antes. Y si somos así, no hay problemas que nos desalienten, ni esperanzas que nunca se rompan demasiado."
Pablo de la Torriente Brau, Cuba, 1936
"Hombre de mi tiempo, soy de mi tiempo y mi tiempo trascendental es el de la Revolución Cubana."
Alejo Carpentier, Cuba
"¿Por qué el gobierno de Estados Unidos no le levanta el bloqueo a Cuba? Se los voy a responder: porque tiene miedo. Teme a nuestro ejemplo. Sabe que si nos levanta el bloqueo, el desarrollo económico y social de Cuba será vertiginoso. Sabe que demostraremos, aún más, las posibilidades del socialismo cubano, las potencialidades aún no totalmente desplegadas de un país sin discriminación de ningún tipo, con justicia social y derechos humanos para todos los ciudadanos y no solo para unos pocos. Es el gobierno de un imperio grande y poderoso, pero teme el ejemplo de la pequeña isla insurrecta."
Felipe Pérez Roque, Canciller Cubano
“...siempre que vengo a Cuba me siento muy bien, porque este país enriquece la vida intelectual y emocional de cualquier ser humano,...”
Pablo González Casanova, México
"Estoy claro de que Cuba revolucionaria lucha por la paz con dignidad y del respeto humano y no quiere regresar a la sumisión y humillación que demasiadas veces vienen disfrazadas bajo la mascarilla de una falsa amistad protectora. Cuba no necesita que nadie la defienda, porque está armada y concibe la “lucha de todo el pueblo”, y mucho menos espera que la proteja el imperio. Protección tipo Plan Colombia, tipo Alianza para el Progreso, tipo Operación Cóndor.
Estoy claro de que la Revolución hizo posible que el espíritu positivo de la humanidad que somos, se dedique desde 1959, de una vez, a sanar las innúmeras miserias del mundo.
Estoy claro de que Cuba socialista, ante la agresión imperialista yanqui, gritó a los cuatro vientos, “No pasarán”, y añadió las palabras “No a la guerra imperialista”, que desde 1959 recorren el mundo.
Estoy claro de que Cuba al defenderse, y sabiendo que los seres humanos somos capaces de lo mejor y de lo peor, eligió lo mejor, salvaguardar la integridad y la soberanía de su pueblo. Ellos eligieron lo peor. Ellos han elegido lo peor desde Bahía Cochinos, desde la Crisis de los Misiles, desde que estalló en pleno vuelo la nave de Cubana de Aviación, desde que eligieron intentar asesinar a Fidel Castro cientos de veces. Precisamente el imperialismo siempre elige lo peor para nosotros, lo mejor para ellos".
Juan Villagómez, Los Ángeles
"¿Qué puedo decir de Cuba en cuanto a los derechos humanos, en la perspectiva de quien -mi caso- ha andado por decenas de países de América Latina y de Europa y ha vivido en algunos de ellos?
Muy brevemente diré apenas que no conozco otro país con un culto por los niños tan conmovedor como el de Cuba. Que La Habana es la única gran ciudad del mundo en la cual no hay prácticamente crímenes de sangre , una megalópolis en donde el turista puede por la madrugada caminar kilómetros por calles pésimamente iluminadas sin enfrentar el riesgo de recibir un tiro o una cuchillada , una ciudad (tal como el país) en la cual la educación y la salud son gratuitos. En Cuba nadie muere de hambre ni duerme en las calles.
En Ginebra, el embajador Juan Antonio Fernández pronunció en la Comisión estas palabras: «Cuba sabe que defiende para su pueblo y para todos los pueblos del mundo el derecho al respeto por su soberanía y autodeterminación».
Hace más de cuatro décadas que su pueblo RESISTE a todas las tentativas del imperialismo estadounidense para someterlo. Washington no le perdona ese ejemplo ofrecido a la humanidad, la demostración que es siempre posible ¡RESISTIR!"
Miguel Urbano Rodríguez, La Habana
"La construcción de pensamiento y de la acción colectiva, del socialismo, no es una broma académica o un ejercicio de estilo que se pueda despachar con suficiencia, apelaciones a la conciencia individual y desprecio desde las tribunas de los medios de comunicación libres a los que tan acostumbrados estamos en nuestro país. Se requiere, para subsistir frente al enemigo todopoderoso, una fuerte determinación, confianza, valor y resultados. El permanente acoso que los EEUU lleva a cabo sobre Cuba desde 1959 ha provocado en numerosas ocasiones excesos. Cuando uno vive a escasas millas del declarado enemigo, cuando cualquier movimiento es juzgado por millones de seres en la tierra a través de la propaganda de la maquinaria imperialista, cuando el socialismo cubano -con sus infinitos defectos, abusos y errores- está sometido a la presión más grande que haya conocido país alguno, resulta comprensible -no justificable- alguna actitud hostil de defensa. Mi vida es como si me golpearan con ella, anotó Pessoa, tan querido de José Saramago. La vida de todos los que quisieran alzarse del suelo, de todos los explotados, es también como si nos golpearan con ella. Cuando cualquier trabajador del mundo enarbola una bandera cubana está diciendo muchas cosas. Y nunca, pese los errores, hasta aquí he llegado.
Renunciar al futuro, a la construcción de una alternativa al capitalismo, renegar de la Revolución pese a las carencias e imperfecciones, jugar a crítico aséptico en nombre de los derechos humanos y la (supuesta) libertad, es ponerse un mandil sobre el cuerpo desnudo, regado por el sudor y los sofocos casi tropicales, y servir hamburguesas de rata a turistas de falo tan inquieto como arrugado, gusanos de créditos blandos e inconfesables esfuerzos, que alientan, golpe a golpe, un nuevo tipo de colonialismo.
Existen países que escriben su historia en letras de molde, alambicados discursos, jornadas de puertas abiertas y flexibles textos legales de imposible modificación capaces de organizar guerras en el tercer mundo en busca de sus recursos naturales y otros que, menos solemnes, redactan los hechos constituyentes de su identidad colectiva en papeles manchados con prisa de aguacero y letra crispada. Existen países pequeños con ideas, empeños y esperanzas. Existen países alineados con el capital internacional y otros, como Cuba, que eligieron hace tiempo la escabrosa senda de la soledad. Y en el camino siguen. Como recordó Alejo Carpentier: Hombre de mi tiempo, soy de mi tiempo y mi tiempo trascendental es el de la Revolución Cubana".
María Toledano, México
PARA NOSOTROS, CUBA ES LA ESPERANZA
Queridos compañeros, queridos amigos, queridos miembros de la Embajada:
Siempre que me conceden el honor de hablar en Cuba, o en actos de solidaridad con Cuba, se me anuda la garganta ―se me anuda la garganta, porque las imágenes de mis hijos― de esos que no están presentes, pero que están vivos en cada acto y en cada lugar ―esas imágenes que me hablan y me cuentan de lo que era para ellos en aquella época ese hermoso país, y lo que es hoy para todos nosotros.
Cuando me hablaban de Cuba, ¡para mí era tan lejos! Tan lejos, que yo decía: “y bueno, y qué, si está tan lejos...”. Y un día que fui a Cuba, y hablé con Barbarroja, él me dijo que uno de mis hijos había estado allí, y había hablado con él. Y ahí me di cuenta, recién, lo cerca que estaban, y lo que cada vez más cerca está ese pueblo cubano dentro del corazón de las Madres.
Para nosotros, Cuba es la esperanza. Cuba es el país de los sueños. Cuba nos ha demostrado ―y nos demuestra― ese pueblo, que tiene una valentía increíble... que nacen así, y después se van haciendo, poco a poco, cada vez más fuertes.
Esta lucha por los cinco compañeros que están presos, las cartas tan hermosas que nos llegan de ellos, dan la pauta de lo valientes que son, de tantas cosas que tenemos que aprender
Estados Unidos, el gran dueño del mundo, que se cree dueño del mundo, tiene muchas ganas de poner la pata en Cuba. Lo que Estados Unidos tiene que saber, es que va a tener que pasar por encima del cuerpo de millones de latinoamericanos, ¡que no vamos a permitir “ni un tantito así” que ataquen a Cuba! (aplausos prolongados).
Que la solidaridad es con el cuerpo. Siempre decimos las Madres que hay que poner el cuerpo. Y no sé si vamos a servir para algo, ¡pero seguro que vamos a estar ahí!
Estamos convencidas de el mundo entero ama a esta Isla, y sobre todo, ama a Fidel. Por suerte nuestro pueblo se lo demostró, en ese acto increíble, ahí enfrente de la Facultad de Derecho.
¡Qué suerte! ¡Qué hermoso día que pasamos! ¡Qué orgullosas que estamos que pese a todo lo que dicen los fachos, hubiera tantos miles de personas vivando y aplaudiendo, y escuchando y aprendiendo de ese gran hombre! De ese hombre único, de este siglo y de los siglos venideros, que es Fidel Castro.
Gracias, Fidel, por enseñarnos. Gracias por la humildad de enseñarnos, gracias a los compañeros cubanos, que nos permiten estar siempre cerca para seguir aprendiendo. Gracias a los compañeros de Lomas de Zamora, que armaron esto tan lindo...
¡Cincuenta años! Es casi la edad que tendrían nuestros hijos ahora. Todos nacieron alrededor de ese tiempo. No habrá sido casual, seguro... Ahí empezó a gestarse lo que es hoy esta hermosa Cuba. Y ahí también, al nacer nuestros hijos, comenzó a gestarse la Revolución que ellos amaron y por la cual dieron la vida.
¡Amamos cada vez más a todos los revolucionarios! A todos los hombres y mujeres que se animan a hablar, a decir y a hacer la Revolución, cada día y cada hora.
¡Amamos cada vez más a nuestros hijos, que nos enseñaron a ser revolucionarias!
Pero, sobre todo, ¡estamos dispuestas a entregar hasta el último suspiro! Mientras podamos hablar, aunque a lo mejor de muy viejas, no podamos caminar... Aunque nos quedemos ciegas, ya vimos todo...
Pero seguro, que hasta el último suspiro, vamos a ser solidarias con este pueblo que nos enseña todos los días, todas las horas, qué significa la Revolución, qué significa el amor a la Patria. Ese amor que casi nos hicieron perder a nuestra Patria, y que hoy, lentamente, está renaciendo. Yo nunca hablé de Patria, me costaba. Sin embargo, creo que estamos viviendo un tiempo diferente...
¡Ojalá que la expectativa que tenemos pase a ser esperanza! Y ojalá que junto con los cubanos, podamos seguir festejando muchos años del Moncada, muchos años de la Revolución.
¡Y diciéndole a EE.UU., al país más terrorista, más salvaje y más asesino, que no saben lo que les espera si se animan con nosotros! ¡Porque no estamos dispuestos ni a bajar la cabeza ni a entregar nuestros países, ni a dejar que nos roben! (aplausos)
¡No lo vamos a permitir! ¡Porque ya son demasiadas vidas las que hemos entregado!
¡Viva Cuba! (Aplausos)
¡Vivan los cinco compañeros que están en prisión! (Aplausos)
¡Viva, compañeros, viva nuestra Patria! ¡Viva todo lo que podamos hacer!
¡Vivan nuestros hijos desaparecidos!
¡Viva la Revolución, la Revolución en Latinoamérica, que lenta pero inexorablemente está llegando! (Ovación)
Gracias.
Discurso pronunciado en el acto por el aniversario 50 del asalto al Cuartel Moncada, la noche del 26 de Julio de 2003, en el estadio cubierto del Club Temperley.
Hebe de Bonafini, Argentina
Presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo
Presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo
"Digo que para mí Cuba no es, nunca fue, un nombre para adornar los estandartes. No son cuatro letras. Ni siquiera es, como dice la canción, “un rubí, cinco franjas y una estrella”. Cuba no es Fidel Castro. No es el recuerdo del Che en la Sierra Maestra. No es tampoco la memoria de la derrota norteamericana en Playa Girón. Cuba no es la venerada memoria de Martí, ni su mármol hecho cifra al sol en la Plaza de la Revolución de La Habana. No es tampoco la voz de Carlos Puebla, ni los gallos de Mariano, ni los versos de Guillén. Cuba es mucho más que un sistema de referencias culturales o políticas: es una nación, construida desde el polvo de sus huesos, desde el dolor y la sangre de cientos de miles de esclavos, de campesinos pobres y analfabetos, de patriotas que se murieron atados a la quimera de la libertad. Cuba es una nación levantada por los humillados y ofendidos de la historia para que todos nos regocijáramos en ella.
La nación cubana ha vivido crucificada a un falaz destino manifiesto durante toda su existencia. Allí tenía que estar ese lagarto verde tendido en el mapa que Colón navegó por vez primera. Allí esa perla de la corona española, esa fruta madura de los intereses norteamericanos. Allí ese baluarte de las siempre bellas malas palabras: socialismo, liberación, independencia. Allí esa luz tutelar de los parientes negros que en Angola y Mozambique se sacudían el yugo colonial. Allí tenía que estar. Y estuvo."
Fernando Butazzoni| Uruguay
«200 mil familias campesinas no tienen una vara de tierra donde sembrar alimentos para sus hambrientos hijos.»
«A las escuelitas públicas del campo asisten descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños en edad escolar.»
«El 90 por ciento de los niños del campo está devorado por parásitos.»
«La sociedad permanece indiferente ante el asesinato en masa que se comete con tantos miles y miles de niños que mueren todos los años por falta de recursos.»
«Cuando un padre de familia trabaja cuatro meses al año, ¿con qué puede comprar ropas y medicinas a sus hijos? Crecerán raquíticos, a los 30 años no tendrán una pieza sana en la boca, habrán oído diez millones de discursos, y morirán al fin de miseria y decepción. El acceso a los hospitales del Estado, siempre repletos, sólo es posible mediante la recomendación de un magnate político, que le exigirá al desdichado su voto y el de toda su familia para que Cuba siga siempre igual o peor.»
Fragmentos de los argumentos de Fidel Castro durante su juicio del 16 de octubre de 1953
"Durante 40 años se graduaron en Cuba más de 40 mil jóvenes de más de 100 países del Tercer Mundo como profesionales universitarios y técnicos calificados sin costo alguno, 30 mil de ellos procedentes de África, sin que nuestro país les robara uno solo, como hacen los países de la Unión Europea con muchos de los mejores talentos. A lo largo de ese tiempo, por otro lado, más de 52 mil médicos y trabajadores de la salud cubanos, que han salvado millones de vidas, prestaron servicios voluntaria y gratuitamente en 93 países.
Aun sin haber salido totalmente del período especial, el pasado año 2002 había ya más de 16 mil jóvenes del Tercer Mundo cursando estudios superiores gratuitamente en nuestro país, entre ellos más de 8 mil que se forman como médicos. Si se hace un cálculo de lo que tendrían que pagar en Estados Unidos y Europa, equivale a una donación de más de 450 millones de dólares cada año. Si se suman los 3 mil 700 médicos que prestan servicios en el exterior en los sitios más apartados y difíciles, habría que añadir casi 200 millones más, si se toma como base el costo del salario que paga la OMS por un médico anualmente.
En conjunto, un valor aproximado de 700 millones de dólares. Esto que nuestro país puede hacer, no a partir de sus recursos financieros sino del extraordinario capital humano que ha creado la Revolución, debiera servir de ejemplo a la Unión Europea y hacerla avergonzarse de la mísera e ineficaz ayuda que presta a esos países.
La soberanía y la dignidad de un pueblo no se discuten con nadie, mucho menos con un grupo de antiguas potencias coloniales responsabilizadas históricamente con el tráfico de esclavos, el saqueo e incluso exterminio de pueblos enteros; que son culpables del subdesarrollo y la pobreza en que hoy viven miles de millones de seres humanos a los que siguen saqueando mediante el intercambio desigual, la explotación y dilapidación de sus recursos naturales, una impagable deuda externa, el robo de sus mejores cerebros y otros procedimientos."
Fragmento del discurso de Fidel Castro durante el aniversario 50 del Asalto al Moncada
"Defendemos a Cuba porque no queremos que nos exploten, que nos mientan, que nos llenen del miedo pequeño y servil que va haciendo las ciudades más angostas, las calles más oscuras, las habitaciones más solas, las vidas más diminutas y tristes y acobardadas.
Defendemos a Cuba con las mismas palabras que Bertolt Brecht escribió un día en su canción de las buenas gentes.
"A la Revolución cubana resulta mejor cuando se la conoce. La Revolución cubana invita a mejorarla, porque, ¿qué es lo que a uno le hace sensato? Escuchar y que le digan algo.
Pero, al mismo tiempo, mejora al que la mira y a quien mira. No solo porque nos ayuda a buscar comida y claridad, sino, más aún, nos es útil porque sabemos que vive y transforma el mundo."
Belén Gopegui | España
Colocado por Vatik
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